Esta determinación que nos habilita para volver a sesionar de manera ordinaria, y con ello dar cumplimiento a nuestras facultades ha representado un hito histórico para este Instituto y para la ciudadanía. Pues reafirma que las funciones del INAI no deben interrumpirse ni postergase: la parálisis involuntaria que vivimos por 5 meses puso en riesgo la garantía de dos derechos humanos fundamentales para nuestra democracia: el acceso a la información y la protección de datos personales.
En este contexto de crisis que se extendió por 5 meses, recibimos múltiples muestras de apoyo del Consejo Consultivo del INAI, el Sistema Nacional de Transparencia, la sociedad civil, los medios de comunicación e instancias internacionales. Indudablemente, la fortaleza que nos dio su respaldo nos impulsó y enriqueció nuestras redes de intercambio y colaboración.
De tal forma, agradecemos a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), al Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al Representante Adjunto de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y a las redes internacionales en las que el INAI participa activamente. Así como a las barras, colegios y asociaciones de abogados y a las organizaciones de la sociedad civil, tanto del ámbito nacional como internacional: la Asociación Jurídica Mexicano Libanesa, el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México, la Barra Mexicana Colegio de Abogados, la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, Fundar, Artículo 19, el Observatorio Designaciones Públicas, Elementa DH, Iniciativa Sinaloa y la Fundación para el Debido Proceso.
Retomar las sesiones ordinarias no sólo representa dar cumplimiento a nuestras facultades y al mandato constitucional, en favor de los derechos humanos que tutelamos. Creemos firmemente, que la sesión ordinaría que celebramos y el fallo de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación son una victoria para todas las personas y la garantía de sus derechos.
Esta crisis nos enseñó que somos lo que nos dio origen: el apoyo y respaldo de la ciudadanía y de quienes defienden las libertades y los derechos de todas y todos. Por todo ello, reiteramos nuestro compromiso en el cumplimiento de nuestras funciones con perspectiva de Estado y en estricto apego al marco jurídico, pues partimos del convencimiento de que México debe consolidarse como un país con un profundo respeto a la legalidad.